El ambiente navideño no está completo sin una bebida caliente en las manos, que no solo calienta el cuerpo, sino también el corazón.
Ya sea que estés planeando una velada junto a la chimenea, una reunión familiar o un momento de relajación en soledad, las bebidas calientes son imprescindibles.
Aquí tienes tres recetas irresistibles: el tradicional vino caliente, un chocolate caliente cremoso y tés aromáticos perfectos para las noches frías.
Vino caliente: la magia de la Navidad en un vaso
El vino caliente, conocido también como mulled wine en los países anglosajones, es una bebida antigua que encarna la esencia de la Navidad.
Caliente, especiado y con un toque de dulzura, es perfecto para las noches de invierno.
Ingredientes para 6 personas
- 1 litro de vino tinto (preferiblemente con cuerpo, como Merlot o Sangiovese)
- 150 g de azúcar
- 2 naranjas (una para exprimir y otra en rodajas)
- 1 limón (solo la cáscara)
- 2 ramas de canela
- 5 clavos de olor
- 1 anís estrellado
- una pizca de nuez moscada
Preparación
- En una olla grande, vierte el vino tinto y añade el azúcar. Remueve hasta que el azúcar se disuelva.
- Exprime una naranja y añade el jugo al vino, junto con las rodajas de la segunda naranja y la cáscara de limón.
- Añade las especias: canela, clavos de olor, anís estrellado y nuez moscada.
- Calienta a fuego medio-bajo durante 15–20 minutos, asegurándote de que no hierva.
- Cuela el vino caliente y sírvelo en vasos resistentes al calor.
Consejo: Personaliza el vino caliente añadiendo un toque de vainilla o un chorrito de licor como Grand Marnier.
Chocolate caliente: cremoso y envolvente
El chocolate caliente es un clásico atemporal de las fiestas.
Prepararlo en casa es fácil y te permite crear una bebida cremosa sin aditivos ni conservantes.
Ingredientes para 4 tazas
- 500 ml de leche (o alternativas vegetales como leche de almendra o avena para una versión vegana)
- 100 g de chocolate negro (70% de cacao)
- 20 g de cacao en polvo sin azúcar
- 30 g de azúcar (opcional, al gusto)
- 15 g de maicena
Preparación
- En una cacerola, calienta la leche a fuego bajo sin que hierva.
- Mientras tanto, mezcla el cacao en polvo, el azúcar y la maicena en un bol.
- Añade gradualmente la mezcla seca a la leche caliente, removiendo constantemente para evitar grumos.
- Incorpora el chocolate negro troceado y remueve hasta que se derrita completamente.
- Lleva el chocolate a una ligera ebullición hasta que espese.
- Sirve con nata montada, canela o malvaviscos.
Variante creativa: Añade una pizca de chile para un toque picante o ralladura de naranja para un toque cítrico.
Tés navideños: relajación y aromas de invierno
Los tés son ideales para quienes buscan una bebida caliente y ligera.
Experimentar con especias y aromas naturales te permite crear mezclas únicas, perfectas para la temporada navideña.
Té de especias navideñas
- 1 rama de canela
- 1 trozo de jengibre fresco
- 2 clavos de olor
- 1 rodaja de naranja seca
- 1 cucharadita de miel (opcional)
Preparación
- Hierve 500 ml de agua.
- Añade las especias y deja reposar durante 5–7 minutos.
- Cuela el té y endulza con miel si lo deseas.
Té afrutado de frutos rojos
- 1 cucharada de escaramujos secos
- 1 cucharada de hibisco seco
- 1 trozo de manzana seca
- 1 cucharadita de azúcar moreno (opcional)
Consejo: Prepara bolsas de té caseras usando gasa alimentaria y cintas para regalar a tus invitados durante las fiestas.
Consejos para un toque especial
- Especias caseras: tuesta ligeramente las especias para potenciar sus aromas.
- Decoraciones para bebidas: utiliza ramas de canela, rodajas de naranja seca o anís estrellado para decorar las tazas.
- Sostenibilidad: elige especias y cacao de origen sostenible y opta por vino ecológico.
Las bebidas calientes navideñas hechas en casa no solo son deliciosas, sino también una forma de crear momentos de convivencia y alegría.
Con estas recetas, puedes llevar la magia de la Navidad a tu cocina y calentar tus celebraciones con aromas auténticos y ricos en tradición.
Todo lo que queda es encender las luces del árbol, poner música navideña y disfrutar de una taza humeante.