A menudo estamos condicionados en lo que hacemos dependiendo del entorno en el que nos encontramos: incluso en el lugar de trabajo, si estamos en un espacio bien ventilado y quizás también perfumado, somos automáticamente más productivos.
Del mismo modo, en ambientes con olores no muy agradables tendemos a estar más nerviosos o irritados.
La aromaterapia es un tratamiento holístico que, utilizando los aceites esenciales altamente concentrados y perfumados extraídos de los pétalos de las flores y de otras partes de las plantas, permite alcanzar un alto estado de bienestar físico, mental y emocional.
Los aceites esenciales no solo sirven para perfumar los ambientes del hogar o para el cuidado personal, sino que, según algunos, también tendrían funciones curativas, proporcionando verdaderos beneficios a nuestra salud gracias al acceso facilitado al sistema nervioso que permite actuar no solo sobre el humor, sino también en la prevención de resfriados, dolores de cabeza, picaduras, etc...
Los beneficios de la aromaterapia se obtienen utilizando las esencias perfumadas en bajas dosis junto con factores que faciliten la relajación tanto a través de la vía respiratoria como a través de la cutánea, es decir, en contacto directo con la piel mediante masajes perfumados o también añadiendo a baños relajantes en la bañera.
La extracción de los aceites esenciales se realiza fundamentalmente mediante un proceso denominado "destilación", en el cual la esencia perfumada se transforma en vapor que, al enfriarse, se separa en agua y aceite esencial.
Por qué se usa la lavanda en aromaterapia
¿Por qué entre las fragancias más extendidas en productos para el cuidado personal y del hogar que encontramos en el supermercado la lavanda es omnipresente y por qué se usa en aromaterapia?
La respuesta es simple: en la naturaleza, la lavanda con sus pequeñas flores violetas o azules es una de esas plantas aromáticas perennes que emana un perfume tan intenso y envolvente que produce una sensación de bienestar inmediato.
Propiedades y beneficios de la lavanda
Ya conocida en el antiguo Egipto para la momificación de los muertos y por el pueblo etrusco, en la época de Roma la lavanda era una planta sagrada a la diosa Vesta y se creía que alejaba energías negativas ya que representaba la purificación del cuerpo y del espíritu.
Los romanos, de hecho, usaban las flores de lavanda precisamente con este propósito y de ahí el término latino "lavandus" que significa lavar, además de para perfumar las aguas termales y para aprovechar sus propiedades beneficiosas.
La lavanda tiene múltiples propiedades de las cuales las más conocidas son las sedantes y ansiolíticas que actúan sobre el sistema nervioso con una acción relajante para el cuerpo y la mente y por lo tanto resultando muy eficaz para problemas de insomnio, depresión, estrés, ansiedad y nerviosismo.
Otras propiedades importantes son las antisépticas, desinfectantes y antiinflamatorias para aliviar picaduras, quemaduras y enrojecimientos de la piel.
Modos de uso de la lavanda
La lavanda es una planta altamente versátil y empleada en múltiples modalidades.
Siendo comestible, se utiliza en la cocina principalmente para hacer tisanas con poder calmante o gracias a sus propiedades repelentes se emplea para mantener alejados insectos como mosquitos y moscas, o también se usa como perfumador de ropa en saquitos contra las polillas en los cajones y armarios de nuestra casa.
Otro sector en el que se emplea la lavanda, como ya se ha mencionado, es el de la aromaterapia mediante la extracción de aceites esenciales de sus plantas.
Cuándo recoger la lavanda
Afortunadamente, la lavanda es una planta que puede ser cultivada en maceta, por lo que puedes tenerla aunque no dispongas de un jardín sino solo de un pequeño balcón.
Generalmente, la siembra de la lavanda se realiza en primavera y la floración ocurre durante los meses de verano, por lo que la recolección de las flores es recomendable durante los meses de julio y agosto.
Cómo hacer el aceite esencial de lavanda
Para crear el aceite esencial de lavanda casero se necesitan:
- 200 ml de aceite de oliva virgen extra
- 10 gr de flores secas de lavanda (20 gr si son frescas)
- 1 bolsa pequeña de plástico transparente
- 1 tarro de vidrio transparente limpio y bien seco
- 1 gasa
- 1 elástico
- 1 colador para filtrar
- 1 embudo
- 1 tarro de vidrio oscuro
Preparación:
- Pon las flores de lavanda en la bolsa de plástico transparente y con un objeto pesado aplástalas y tritúralas para favorecer la liberación de la esencia.
- Vierte el aceite de oliva virgen extra en el tarro de vidrio evitando llenarlo hasta el borde, luego añade las flores trituradas desde la bolsa de plástico al tarro y mezcla.
- Cubre el tarro con la gasa y fíjala cubriendo el tarro con un elástico sin cerrar nunca el tarro con la tapa.
- Deja reposar preferiblemente al sol o en un lugar cálido y seco durante 3 semanas, luego procede a filtrar usando un colador y presionando las flores para liberar más principio activo.
- A través de un embudo, vierte el aceite esencial de lavanda filtrado en el tarro de vidrio oscuro y guárdalo en un lugar fresco y seco. Mantendrá sus propiedades durante aproximadamente 8 meses.