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Cómo cuidar el aloe vera
Viviendo Verde

Cómo cuidar el aloe vera

Aloe Vera - Cómo cuidar la planta de aloe vera
LC

Descubre cómo cultivar aloe vera y mantenerla sana y vigorosa

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El aloe vera es una planta suculenta muy apreciada tanto por su belleza ornamental como por las múltiples propiedades beneficiosas del gel contenido en sus hojas.

Se trata de una planta resistente y con pocas exigencias, pero para mantenerla sana y vigorosa el aloe vera requiere un poco de nuestra atención en algunos aspectos específicos.

Aquí tienes algunos consejos útiles sobre cómo cuidar el aloe vera correctamente, para poder beneficiarte de él durante mucho tiempo.

Ubicación y exposición a la luz

El aloe vera necesita mucha luz para crecer bien, ya que es originario de zonas áridas y soleadas.

Puede cultivarse en interiores, pero en este caso debe colocarse cerca de una ventana orientada al sur o al oeste, para que reciba varias horas de sol directo al día.

Si la luz es insuficiente, la planta se desarrolla débilmente, con hojas finas y poco carnosas.

Al aire libre, el aloe tolera bien el sol, aunque en verano es aconsejable protegerlo en las horas más calurosas para evitar quemaduras.

Suelo y elección de la maceta

Como todas las suculentas, el aloe vera necesita un suelo bien drenado para evitar el encharcamiento, que puede provocar la pudrición de las raíces.

El sustrato ideal es el específico para cactus y suculentas, al que se le puede añadir arena gruesa o piedra pómez para mejorar su capacidad de drenaje.

En cuanto a la maceta, la mejor elección es siempre la de barro, que favorece la transpiración y reduce el exceso de humedad.

La maceta debe contar con amplios orificios en la base para permitir que el agua drene correctamente.

Riego

El exceso de agua es uno de los errores más comunes en el cultivo del aloe vera.

Dado que, como se mencionó antes, el aloe es una planta suculenta adaptada a climas áridos, tolera mucho mejor la sequía que el exceso de agua.

Para asegurarte de que la planta realmente necesita agua, basta con comprobar que el sustrato esté completamente seco en profundidad en la maceta, por ejemplo introduciendo un dedo hasta el fondo.

Durante los meses de verano, en general, basta con regar el aloe vera cada 10-15 días.

En invierno, en cambio, la frecuencia de riego se reduce drásticamente hasta llegar a una vez al mes si el aloe vera se mantiene en ambientes frescos.

Trasplante y multiplicación

El aloe vera se multiplica mediante hijuelos (coloquialmente llamados “hijos”), que son brotes que crecen junto a la planta madre y que pueden separarse con cuidado para obtener nuevas plantas.

Basta con replantarlos en una nueva maceta utilizando un sustrato para suculentas y evitando regar de inmediato para que las raíces tiernas no se pudran.

El trasplante del aloe vera es una operación que debe realizarse preferiblemente en primavera, cuando las temperaturas no son demasiado frías, revisando el sistema radicular y eliminando las partes podridas o secas.

Temperatura óptima y resistencia al frío

El aloe vera ama el calor, de hecho su mejor crecimiento se obtiene en un rango de temperatura entre 20°C y 30°C, mientras que no tolera temperaturas inferiores a 5°C.

Si se vive en una zona con inviernos muy fríos, es fundamental trasladar el aloe vera al interior o protegerlo con una manta térmica si se deja al aire libre, evitando las heladas prolongadas.

Enfermedades y problemas comunes del aloe vera

El aloe vera es una planta muy resistente, pero también puede verse afectada por enfermedades si no se cuida adecuadamente.

Cuando observamos un amarillamiento de las hojas, debemos saber que se debe al exceso de riego.

Cuando vemos hojas blandas y delgadas, debemos entender que la planta sufre por falta de luz.

Cuando notamos pequeños copos blancos en las hojas, debemos identificar al parásito que ha atacado la planta: la cochinilla algodonosa.

En tal caso, podemos intervenir eliminándolos manualmente con alcohol o con jabón potásico blando.

Recolección y uso del gel

Uno de los motivos para cuidar el aloe vera es el gel transparente contenido en sus hojas, que puede aplicarse sobre la piel para aliviar quemaduras e irritaciones.

Este gel se extrae cortando una hoja externa de la planta y dejándola escurrir un rato para eliminar la aloína, una sustancia no solo amarga sino también potencialmente irritante.


Cultivar aloe vera es también una elección sostenible, ya que requiere pocos recursos hídricos y puede vivir mucho tiempo sin el uso de fertilizantes químicos.

Además, tener una planta de aloe vera en casa significa disponer de un remedio natural, sin recurrir a productos industriales envasados.

LC

Environmental scientist with expertise in GIS-based digital cartography and remote sensing. Passionate about sustainability and conscious living, with a focus on turning environmental awareness into practical everyday choices

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