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Cómo cultivar albahaca en casa
Viviendo Verde

Cómo cultivar albahaca en casa

Cómo cultivar albahaca en casa - Exuberante planta de albahaca
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Guía para el cuidado de la albahaca desde la semilla hasta la cosecha

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El albahaca es una de las hierbas aromáticas más queridas y utilizadas en la cocina; su cultivo en casa no solo garantiza hojas frescas al alcance de la mano, sino que también añade un toque verde a tu entorno.

Aquí te mostramos cómo cultivar albahaca en casa desde la elección de la variedad hasta la recolección de sus hojas aromáticas y su conservación.

Elegir la variedad de albahaca

Existen diversas variedades de albahaca, cada una con características únicas. Entre las más comunes se encuentran:

  • Albahaca Genovesa: ideal para el pesto, con hojas grandes y aromáticas.
  • Albahaca Griega: más compacta, perfecta para espacios pequeños.
  • Albahaca Morada: de color decorativo, excelente para añadir color a tu huerto.
  • Albahaca Tailandesa: de sabor especiado, utilizada en la cocina asiática.

Preparar el espacio para la albahaca

La albahaca es una planta que necesita mucha luz.

Es de fundamental importancia colocarla en un lugar donde reciba al menos 6-8 horas de luz solar directa al día. 

Las ventanas orientadas al sur son las mejores, pero si no dispones de suficiente luz natural, puedes complementar con luces artificiales específicas para el crecimiento de las plantas.

Elección de la maceta y el sustrato

Para el cultivo de la albahaca, es necesario una maceta que garantice un buen drenaje.

En general, una maceta con un diámetro de 15-20 cm es ideal para el crecimiento de una planta de albahaca.

Asegúrate, sin embargo, de que la maceta tenga agujeros de drenaje para evitar encharcamientos de agua.

En cuanto al sustrato, utiliza uno de calidad, bien drenante y rico en sustancias orgánicas.

Puedes optar, por ejemplo, por:

  • Sustratos para hierbas aromáticas: formulados especialmente para las hierbas aromáticas de modo que resulten ligeros, bien drenantes y ricos en nutrientes necesarios para el crecimiento saludable de este tipo de plantas.
     
  • Sustratos universales de alta calidad: también adecuados para la albahaca, especialmente aquellos que contienen una buena cantidad de material orgánico y están enriquecidos con perlita o vermiculita para mejorar el drenaje.

Siembra y trasplante: guía paso a paso

Hay dos métodos principales para comenzar a cultivar albahaca en casa:

Desde semillas

  1. Rellenar la maceta con tierra, dejando aproximadamente 2 cm desde el borde.
  2. Esparcir las semillas de albahaca sobre la superficie y cubrirlas ligeramente con una fina capa de tierra.
  3. Regar ligeramente y cubrir la maceta con un plástico transparente para mantener la humedad hasta la germinación.
  4. Retirar el plástico cuando las plántulas emergen y colocar la maceta en una zona luminosa.

Desde las plántulas

  1. Rellenar una maceta con tierra y hacer un agujero en el centro.
  2. Retirar delicadamente la plántula de su contenedor original, teniendo cuidado de no dañar las raíces.
  3. Insertar la plántula en el agujero y cubrir las raíces con tierra.
  4. Regar abundantemente para estabilizar la planta en la nueva maceta.

Los secretos de un riego adecuado

La albahaca requiere un riego regular, por lo que mantén el suelo constantemente húmedo, pero no encharcado.

Comprueba el suelo con un dedo: si los primeros 2 cm están secos, es momento de regar.

Evita, sin embargo, mojar las hojas ya que la humedad puede favorecer enfermedades fúngicas.

Fertilización: nutrir tu albahaca

La albahaca se beneficia de una fertilización ligera cada 3-4 semanas durante la temporada de crecimiento.

Utiliza un fertilizante líquido equilibrado, siguiendo las instrucciones del fabricante para la dilución.

Ten cuidado, sin embargo, con las cantidades ya que un exceso de fertilizante puede ser perjudicial.

Poda y recolección para un crecimiento exuberante

La poda regular estimula el crecimiento de la albahaca e impide que la planta florezca prematuramente, lo que podría reducir el sabor de las hojas.

Cuando la planta haya alcanzado al menos 15 cm de altura, puedes comenzar a recoger las hojas:

  1. Corta las hojas más grandes y maduras, empezando desde arriba.
  2. Fomenta el crecimiento lateral cortando por encima de un nudo foliar.
  3. Evita remover más de un tercio de la planta en una sola vez para no estresarla.

Reconocer y resolver problemas comunes

Incluso las plantas de albahaca más cuidadas pueden encontrar problemas.

Aquí algunos problemas comunes y cómo afrontarlos:

Hojas amarillas: este problema puede derivar de demasiada o demasiado poca agua, o de una falta de nutrientes. Revisa la tierra y ajusta el riego.
Áfidos y otros parásitos: si notas pequeños insectos en las hojas, lávalas con una solución de agua y jabón suave. También puedes utilizar un insecticida natural.
Enfermedades fúngicas: evita mojar las hojas durante el riego y asegura una buena circulación del aire. Si la planta muestra signos de infección fúngica, trata con un fungicida apropiado.

Conservar y utilizar la albahaca en la cocina

La albahaca cosechada puede conservarse de varias maneras:

Fresca: coloca los tallos en un vaso de agua y cúbrelos ligeramente con una bolsa de plástico, manteniéndolos a temperatura ambiente.
Seca: cuelga los ramilletes de albahaca en un lugar oscuro y bien ventilado hasta que estén completamente secos. Una vez seca, desmenuza las hojas y guárdalas en un frasco hermético.
Congelada: pica las hojas y congélalas en cubiteras con un poco de agua o aceite de oliva. Alternativamente, puedes congelar las hojas enteras.

La albahaca, como es sabido, es increíblemente versátil en la cocina.

Aquí tienes algunas ideas para utilizarla al máximo:

Pesto: tritura hojas de albahaca con piñones, parmesano, ajo y aceite de oliva para una deliciosa salsa para pasta.
Descubre cómo preparar el pesto alla genovese casero.
Ensaladas: añade hojas frescas a las ensaladas para un toque aromático.
Salsas: utiliza la albahaca para aromatizar salsas de tomate, sopas y platos a base de carne o pescado.
Bebidas: añade algunas hojas de albahaca al agua o a los cócteles para un sabor fresco y original.

 

Cultivar albahaca en casa es una actividad gratificante y relativamente sencilla.

Asegúrate de proporcionar a tu planta mucha luz, agua suficiente y una nutrición adecuada.

Con el tiempo y la práctica, descubrirás que cultivar albahaca no es solo una manera de tener siempre a disposición esta preciosa hierba aromática, sino también un modo de relajarte y disfrutar del placer de la jardinería doméstica.

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Environmental scientist with expertise in GIS-based digital cartography and remote sensing. Passionate about sustainability and conscious living, with a focus on turning environmental awareness into practical everyday choices

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